Y al fin llovió!
Y me alegro por tus faldas encendidas
por tus arboles marchitos
y tus senderos polvorientos
por tus aves sedientas
y tus quebradas sin caudal
por tus colores desteñidos
y tus tierras deshidratadas
por la resequedad de mis pasos
y el calor en mi piel.
Y al fin la lluvia cayó!
Y las gotas bajan apresuradas
atraídas como por imán
se van evaporando al caer
desintegrándose en las hojas de los arboles
mezclándose con el aire
evaporándose en la tierra
acariciando los ríos
humedeciendo los pasos
mojando la piel.
Y al fin pudo llover!
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