domingo, 19 de septiembre de 2010

Lloro por ti

Llorar, inicio de aprendizaje
la regulación, la malcriadez
algunas veces, la disciplina injusta
otras, traumas anticipados dela niñez
el golpe en las rodillas al caer al piso
el desconsuelo por lo que se negó tener.


Llorar a la larga hecho costumbre
motivo de pelea con los demás
signo de debilidad para ellos
reflejo de la impotencia para mi
el dolor, la tristeza, la decepción...
llorar, mi desagradable costumbre.


Llorar, la mala costumbre perdida
huésped oculto reprimido en el interior
visitante esporádico y repentino
con efectos secundarios y colaterales
ojos hinchados ocultos bajo la almohada
lagrimas mudas sin justificar.


Llorar, convertido en discordia
contradicción interior
enfrentamiento de momentos
tranquilidad degradada de nostalgia
soledad disfrazada de monotonía
ahogada en las ganas de llorar.


Llorar se ha colado de repente
en una faceta que hasta ayer no conocí
escapada por una herida de dolor ajeno
corriendo sus sales hasta mis ojos
haciéndome llorar por sus heridas
haciéndome llorar por ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario