domingo, 19 de septiembre de 2010

El Semaforo




En la esquina de pie, los carros alineados sin tocar el rayado, detenidos por la luz roja, no sé cuanto tarde en cambiar y dudo en cruzar. Los carros en posición de partida, decido pasar, casi puedo sentir la velocidad contenida esperando la señal de partida y al cambiar la luz el pensamiento del último conductor me logra aplastar, apuro el paso y subo a la isla a esperar. Ahora, en el medio de la Avenida la brisa de los carros me toca al pasar, la luz nuevamente cambia y puedo continuar.

En la próxima acera el color verde se convierte en el tiempo de espera, los carros casi vuelan intentándose pasar. La luz cambia, no hay fiscal, todos quedan fuera de lugar. Mientras camino, en dirección contraria aparece intempestivamente una moto, no importan las leyes de tránsito, mucho menos el peatón, a penas logro evitarlo al paso y logro continuar.

¿Quien hablaba del semáforo?
¡Yo hablaba de la vida!

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