El tropezar de letras que conversan, murmuran, explotan, ríen, lloran, que se quedan en profundo silencio.......y algunas veces, salen a pasear.
jueves, 23 de septiembre de 2010
Una estrella
Recuerdo de mi juventud mirando el cielo durante la noche, horas sentadas en el patio contemplando las estrellas. Juego de adolecentes escogiendo una estrella, ya mi prima tenía la suya, yo aún no me decidía. Parecía una tarea difícil escoger una entre millones, pero aún entre millones siempre hay las que sobresalen, las más grandes, las más brillantes, finalmente no fue tan difícil la elección. Sin mayor esfuerzo escogí una de las que saltan a la vista y deslumbra ¡Que Original!, seguramente ya millones de soñadores la habían escogido. No recuerdo bien cuál fue, pero que tonta me siento cuando lo recuerdo.
Muchas veces aplique ese procedimiento de selección en la vida, en el amor, en la amistad. Los pasos, los mismos, sin mucho esfuerzo, sin ver más allá, tu no dices esta persona será mi amiga o no lo será, son las situaciones, las circunstancias, las que hacen que termines siendo amigo de alguien. Cuantas veces nos dejamos deslumbrar por una persona, porque te cae bien, comparten gustos, hablan de cualquier tema, de cualquier trivialidad, trivialidades que al poco tiempo te aburren, entonces te das cuenta ¿Realmente era amistad?
Definitivamente, es más fácil escoger una estrella entre millones, que un amigo entre pocas personas.
Un amigo de verdad, no lo olvidas, aunque pase el tiempo, lo dejes de ver o te vayas a otro lugar, siempre será tu “acertado amigo”.
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