domingo, 19 de septiembre de 2010

Mi propia versión




Quise dedicarle unas líneas a mi cama, pero temí que luego no me dejara regresar, entonces considere cederlas a un tercero, le platique un poco de ella, intente darle ideas que pudiese utilizar, pero entonces temí que terminara escribiendo de su cama, entonces cambie de opinión; la cama es mía, esas líneas también, esta mi propia versión, a todo riesgo de no volver a dormir.

El grueso edredón no abriga la fría soledad
Las almohadas son duros ladrillos soportando el pensar
El transpirar de la preocupación vuelve densa tu sabana
Y ese espacio vacío sin compartir, hace rato se endureció
A media noche todos ellos murmuran
Insisten en perturbar la tranquila soledad
No la dejan descansar
Despierta insomne cada mañana
Agotada, sin ganas de continuar
Retorna cada noche recurrente
Usurpadora, imponente
Se duerme en el espacio vacío endurecido
La media noche trae de vuelta el rumorear
El edredón, las almohadas, la sabana
La perturbada soledad.

Después de todo lo anteriormente dicho, no sé a quién temer más, si a la cama vengativa de líneas o a la perturbada soledad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario