sábado, 18 de septiembre de 2010

No dijo adiós...




Pasa las paginas una a una
Las mueve con sus dedos
Abanicadas por sus manos
Continúa buscando entre ellas
Revisa en su carpeta hojas sueltas
Se detiene en una de ellas
La lee con detenimiento
Parece que dio con lo que buscaba
Mientras, él no deja de mirarla
La ve fijamente sin parpadear
Quienes observan llegan a sentir
Como si la mirada se le desgastara
Él ni se da por enterado
Poco le importa
Solo ese momento le importa
Porque después de mañana…
Después de mañana…
No sabe si volverá
Con la distancia y el tiempo
Es mucho lo que puede pasar
Los imposibles que pueden crecer

Llego mañana
Llego la despedida
Los pasos apresurados
El estrés del equipaje
La palabra ansiosa del corazón
El abismo de la separación
Él no aparta sus manos de ella
No logra quitarlas de su rostro
Quiere dejarlo esculpido en sus manos
No puede dejar de mirarlo
Busca grabarlo en sus pupilas
Cuando la abraza…
En ese abrazo…
Quiere que su piel
Se quede adherida a la de él
Llevarse su ser en cada poro
Que al menos así, se valla con él
Que se valla en él
Grabada en sus pupilas
Esculpida en sus manos
Adherida a su piel

Él dice su angustiado adiós
La observa una vez más
Su calmada sonrisa…
La ausencia de la palabra “adiós”…
Dice que ella no se despedirá
La percibe tan fuerte
No la escucha decir “adiós”
Decirlo…
Equivaldría a aceptar un final
Entenderlo lo aviva
Mitiga su angustia
Lo hace sentir
Que el tiempo y la distancia son utopías
Unas horas después lo comprende
No la escucho decir “adiós”
Decirlo…
Equivaldría a aceptar un final
Entonces lo entiende
Ella no soporto más que él la despedida
Ella no dijo adiós…

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