viernes, 1 de enero de 2010

Insomnio

El ladrón del sueño, el que no te deja dormir, que te daña el principio y parte del día, que te hace pasar horas pensando en cosas en las que no quieres pensar, escuchar un cd una y otra vez, traer recuerdos agradables y desagradables, plantearte preguntas sin respuestas, que contempla tus lagrimas en la oscuridad.

Cuantas cosas pueden guardar unas horas sin dormir, no solo guardan nuestros pensamientos y lo que hacemos, también guardan lo que lo causo, causa y efecto, causa conocida pero no aceptada, efecto aceptado por el cuerpo pero no por la mente.

Nos descompone tanto estar unas horas sin dormir, acentúa aún más la causa, por si acaso en algún momento pensaste deshacerte de ella, no dejar que te afectara más de lo debido, pero después de un rato sin dormir terminas pensando igual en lo que te quito el sueño, haciéndote las mismas preguntas una y otra vez, como una película que después de verla varias veces te aburre, pero que tienes que seguir viendo.

Hay causas que quitan el sueño, pero hay una en especial que pareciera tener más efecto, que aunque te mentalices logra arrebatártelo, porque esa causa puede hacerte llorar y llegar a partirte el corazón. Por eso quisieras estar dormido, paro no pensar, aún cuando sabes que en sueños el subconsciente te puede traicionar, pero seria el subconsciente el traidor y no tu el que te traicionaras, como cuando no evitas pensar en la causa y permites que te siga afectando, hasta el grado de no dejarte dormir.

El llega a ser frecuente compañero, pero no amigo, a pesar de conocer todos nuestros secretos, todo lo que sentimos. Es muy parecido a un amigo, pero más bien a un amigo obligado, impuesto, que aunque lo intentes no puedes evitar, terminando siendo al final, confidente de problemas, emociones y desamores.

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