El tropezar de letras que conversan, murmuran, explotan, ríen, lloran, que se quedan en profundo silencio.......y algunas veces, salen a pasear.
jueves, 30 de diciembre de 2010
Acantilado
En el insomnio de la profundidad de la noche,
se escucha el rugir de las olas del mar,
arrastrándose al pie del acantilado,
socavando en cada estallido el arrecife.
En el aire se respira la humedad salitral,
impelida por el viento hasta las corroídas rejas.
La altura del risco desprende el eco del mar
y como espeluznante aullido se llega a escuchar.
Suspendidos se quedan en la atmosfera,
cinco segundos de silencio enmudecido.
Un sueño camina noctambulo,
por el resbaladizo borde del peñasco.
Vertiginosamente se lanzan al vacio,
fragmentos de una desgastada ilusión.
Los desintegran en la caída las rocas
y los disuelve el mar de la decepción.
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